jueves, 28 de enero de 2010

Me fui

-¿Dónde queda lo lejos?- le preguntó Tomás a Ana, que después de darse el baño de inmersión había quedado un poco tarada.
Seguramente queda lejos de lo que sentimos cerca, de tu casa, tus sábanas, tu olor.
Eso quería escuchar Tomás. Eso fue lo que le quedó por decir a Ana.
Me voy -dijo- me voy lejos entonces, porque lo cerca dejó de gustarme.
Últimamente o ese día, todo lo que le hacía bien a Tomás había cambiado.
Parece que Francisca había dejado de ir a la escuela. Parece que se había agarrado del placard una gripe de esas que preocupan a los padres. Parece que el mundo entero pedía para que Tomás prefiera irse y no quedarse.