lunes, 6 de julio de 2009

Cálculo Trágico

Ácidos pólipos. Víctima de un cúmulo de eléctricos átomos que se incrustaron como estúpidos pájaros en el hígado.
Prototípicos y monótonos médicos, abandonaron sus clásicas prácticas y dejaron de darme ánimo con un diagnóstico tan catastrófico como caótico.
Qué lástima.
Déficit de ángeles y tres únicas lágrimas. El lógico espectáculo de mi último capítulo.
Mi trémula pérdida se disuelve entre la mística y la patética música fúnebre.