martes, 9 de junio de 2009

Sanar

Hoy lo lindo es cerrar los ojos
y contar con la certeza
de llevarte en cada paso.

Y no te preocupes si me vuelvo azucarada
ya voy a compensar esta cursilería
insultando a algún taxista,
usando ropa gastada,
o saliendo sin paraguas
aunque el cielo se esté cayendo a pedazos.

Lo que te prometo,
es quedarme con tu inconfundible voz de abuelo,
con tus impostergables siestas,
con tus inoportunas sonrisas.

Con tu mirada voy a lograr
la foto más intensa que jamás nadie imaginó.
Y con tus arrugas pienso armar un bandoneón,
para que sigas sonando en tus nietos,
en tus hijas,
y en Rosita.

Pero recién cuando sea de noche,
esté todo bien oscuro,
y nadie pueda escucharme
voy a decirte cuánto te quiero
aunque tenga que cerrar los ojos
Para volver a encontrarte.