viernes, 26 de junio de 2009

Planes para después

Mañana voy a sonreír cuando me enoje, aunque me sobren las ganas de llorar y tenga una bola de chinches en la garganta.

Mañana voy a insultar una o dos veces en voz baja, al tipo que se anime a desenvolver un caramelo o a masticar el pochoclo en un cine.

Mañana voy a tocarle el tapado de piel a una señora sin que lo note y después entrar en una peluquería para gritarles a todas las mujeres que son lindas así como están, que no necesitan hacerse nada.

Mañana voy a mirar vidrieras de hombres, preguntar por precios que no me importan y entrar al probador a reírme un rato.

Mañana voy a entrar a un edificio bien alto y viajar en ascensor por lo menos 20 pisos. En caso de que alguien me llegara a preguntar algo, le voy a decir que pretendo subir.

Mañana voy a dormirme parada en algún colectivo, para que me sostengan extraños de buen abrigo, como los que se aparecen en pleno calor de invierno.

Hoy dejo todo para mañana.